Saturday, August 26, 2006
El escritor y el intelectual (a propósito del nacimiento de Julio Cortázar)
* por M.G.B.
La figura de Julio Cortázar me genera inicialmente dos inquietudes. La primera, más introspectiva si se quiere, tiene que ver con lo que representa su nombre dentro de la tradición literaria en América Latina, y la consecuente responsabilidad de verter –aún a modo de somera introducción- algunas consideraciones que me motiva su presencia. Sin embargo, este sentimiento mixturado de respeto y temor que uno siente frente a lo que podemos llamar a esta altura un “clásico”, me lleva también a reforzar la apuesta, por cuanto abordar un clásico es, en definitiva, el intento por aprehender y hacer fructíferas sobre un espacio de lectura aquellas palabras que nos posibilitan mirar y abrirnos a las infinitas perspectivas interpretativas de un texto.
Mi falta de erudición en relación a Cortázar es cierta, pero no me angustia esta situación. Por el contrario, siempre aboné la idea que las interpretaciones que merecían ser tenidas en cuenta eran aquellas manifiestamente débiles, porque me daban la pauta de que en sus conclusiones los puntos suspensivos abrían la posibilidad de seguir ahondando las imperfecciones y lo fragmentario de la crítica; en otros términos, las limitaciones hacían visible la imposibilidad de asfixiar el objeto con una sola forma de aproximación.
Pero además de la polisémica riqueza textual, la obra de Cortázar siempre fue para mí no solo motivo de comprensión, sino también de re-acción, nunca me fue posible pensarlo desde la frialdad del análisis de su técnica, ni desde el desglose quirúrgico de su obra, es decir, nunca pude escindir ética de hermenéutica. En este punto, sin embargo, creo estar más cubierto en mi afirmación, ya que el mismo Cortázar era consciente de lo que suscitaba más allá de sus libros, por eso supo decir en una oportunidad que “...mis lectores no se contentan con leerme como escritor, sino que miran más allá de mis libros y buscan mi cara, buscan mis acciones, buscan encontrarme entre ellos, física o espiritualmente, buscan saber que mi participación en la lucha por América Latina no se detiene en la página final de mis novelas o de mis cuentos”.
Esta confesión me habilita para plantear la segunda inquietud. Me parece que en estos momentos de crisis social, política y cultural en nuestro país, es importante actualizar la visión que Cortázar tenía del “intelectual” y su rol comunitario. Es relevante en estas circunstancias por cuanto las voces que hoy se erigen para explicar la crisis no son las de los intelectuales sino la de los “expertos”, o sea, la de aquellos personajes consagrados a partir de un régimen de verdad dominante en nuestra sociedad. Son ellos quienes instauran un tipo de discurso que delimita lo verdadero de lo falso, son también quienes establecen el modo de su sanción, quienes instituyen las técnicas y procedimientos para definir el unilateral camino de la verdad y, por último, quienes se autolegitiman a partir de un estatuto que los posiciona como los encargados excluyentes de profetizar lo que funciona y lo que no.
El trayecto de Cortázar estaba en las antípodas. El intelectual, para él, implicaba la pasión, la vida, la justicia, la libertad, y la lucha contra todo lo que limita u oprime estos valores. Al igual que muchos compañeros de ruta por esos tiempos, concebía su actividad como un espacio para disparar sus dardos contra lo irracional de la pretensión racional de una sociedad donde el autoritarismo parecía ganar la partida, al menos en Latinoamérica. Intentaba sin dudas (aunque nunca lo haya explicitado) situarse desde el lugar de las víctimas, pero nunca desde un sitial de vanguardia, sino como modo de restituirles una dignidad que su condición de “vencidos” no les permitía. Recuerdo aquella frase de Theodor Adorno que se puede aplicar perfectamente a lo que vengo diciendo cuando refiriéndose a los vencidos sostenía que es constitutivo de su esencia parecer inesenciales, desplazados y grotescos en su impotencia. Pero también, que lo que trasciende a la sociedad dominante no es solo la potencialidad que ésta desarrolla, sino también y en la misma medida lo que no encaja del todo en las leyes del movimiento histórico. A profundizar estas fisuras, inaprensibles para las cuadrículas del sistema, estaba llamado el intelectual para Cortázar.
De nada sirve la función intelectual si el efecto logrado es la autosegregación como casta. Ayudar a que “caigan las máscaras” del enemigo, implica como condición necesaria también la remoción de las máscaras propias, las ilusiones conscientemente direccionadas para aplacar la dimensión de “crítica” respecto de lo existente. El intelectual debe construir las condiciones de su propia disolución como “vanguardia” para pasar a generar prácticas articulatorias que produzcan ideologías que no respondan a los cánones dominantes.
Pero del mismo modo en que Cortázar combatía la idea del intelectual como “casta”, también endurecía su postura frente a quienes pensaban que la única forma de lograr un vinculo con la masa social era a partir de debilitar la visión de la realidad para hacerla accesible a la inmediatez de las necesidades básicas. La demagogia le era tan ajena como la soberbia elitista: “Todo empobrecimiento de la noción de realidad en nombre de una temática restringida a lo inmediato y concreto en un plano supuestamente revolucionario, y también en nombre de la capacidad de recepción de los lectores menos sofisticados, no es más que un acto contrarrevolucionario, puesto que todo empobrecimiento del presente gravita en el futuro y lo vuelve más penoso y lejano”. Si bien estas palabras tienen un destino concreto (cierta izquierda que vincula la combatividad a la ausencia de relieve intelectual), es difícil para nosotros no hacer un ejercicio ilegal y pensar a la luz de estas consideraciones en nuestro presente, definido por el didactismo de lenguajes estandarizados que se ciernen omnipotentes sobre el conjunto plural de los lenguajes.
Pero esta breve reseña sobre la figura de Julio Cortázar en definitiva, creo que debe servirnos no sólo para extrapolar sus reflexiones en nuestro contexto empobrecido de figuras relevantes. Realizar esa simple actividad conmemorativa sería fosilizar su presencia a la sombra de un dogmatismo inconducente que el mismo Cortázar combatió en vida. En cambio, creo que sería una excelente oportunidad para revitalizarnos en nuestra dimensión intelectual si somos capaces de construir nuevos discursos que desliguen el “poder” de las formas de hegemonía sociales, culturales y económicas sobre los que nuestro tiempo transita.
Wednesday, August 23, 2006
Falopa era la de antes...
Y afirmaba también que los secuestradores de los aviones para los atentados del 11/S, así como los del 7/J en Londres, estaban altamente intoxicados con esta droga.
Los diarios británicos, las radios y televisiones comenzaron a llamar a otros científicos para saber más sobre este estupefaciente que no aparece en ningún vademécum. Nadie sabía responder. Todos estaban desconcertados... hasta que le propio Dawkins salió a explicarlo: Gerin Oil es un anagrama de religión.
En Afganistán, Pakistán, Irán, Irak y varios otros estados islámicos hay grandes masas que consumen esta poderosa droga. No son los únicos. Se vio en Gaza hace unas semanas. Y se lo puede apreciar también entre los cristianos fundamentalistas de Estados Unidos.
Monday, August 21, 2006
Los caprichos del lenguaje
Bueno...tengo que reconocer que siempre me ha resultado divertido pensar cuestiones en las que estuviesen involucradas paradojas del lenguaje. También es cierto que ese interés es directamente proporcional a los momentos en los que estoy al pedo.
He aquí unos ejemplos de reflexiones en mi tiempo ocioso.
1. Primer Caso
Es muy común la expresión del tipo: “Este vaso es dos veces más chico que aquel”.
Siempre me pasa que me resulta imposible imaginarme algo que sea x veces más chico que otra cosa cuando x es mayor que 1.
2. Segundo caso
Ahora bien, ¿cómo se cuales proposiciones me conviene aceptar y cuales no?. Existe siempre el método del ensayo y el error. Por ejemplo, puedo ofrecer a Rosa una flor e invitarla a bailar. Si dice sí, o si dice no, es probable (no seguro) que mi proposición (“Rosa es una mujer”) fuera aceptable. En cambio, si me abolla la nariz de un puñete, tal vez (quien sabe) habría debido aceptar alguna otra proposición, tal como “Nazareno José Rosa es un sargento de caballería retirado, con ideas tradicionales”.
3. Tercer caso
- Porqué “separado” se escribe todo junto y “todo junto” se escribe separado?.
- Bertrand Russell ideó esta paradoja: “El barbero de un pueblo sólo afeitaba a aquellos que nunca se afeitaban a sí mismos. Se afeitaba el barbero a sí mismo?”.
- Zenón de Elea (520 a.C.) inventa esta famosa aporía: “Una flecha lanzada por el arquero no se mueve, pues en un momento determinado o la flecha está donde está o está donde no está; pero estar donde no está es imposible; luego está donde está, y si está, no se mueve”.
- Existe alguna otra palabra para “sinónimo”?
- Porqué si alguien tiene la razón, tenemos que dársela?
- Porqué “abreviatura” es una palabra tan larga?
- “El sexo fuerte es generalmente el sexo débil debido a la debilidad que siente el sexo fuerte por el sexo débil” (Platón).
- “El arte es una mentira que permite darnos cuenta de la verdad” (Pablo Picasso).
- “En una disputa filosófica, gana más el que es derrotado, porque aprende más” (Epicuro).
Al fin una buena...bajó la deserción en el primer año de la Universidad
Sunday, August 20, 2006
Reflexiones sobre la causas de divorcio en las sociedades urbanas (la culpa es del microondas)
Un viejo chiste de Groucho Marx decía que “los matrimonios son la principal causa de divorcios”. Pero hay otros que también resultan graciosos, aún sin proponérselos, como por ejemplo quienes enarbolan explicaciones de carácter religioso: decadencia moral, relajamiento de las concepciones sacramentales del matrimonio, la excesiva libertad que se troca en “libertinaje”, el no respeto de “valores” como la virginidad que fomentan la promiscuidad prematrimonial, etc.
Ahora bien, ¿hay alguna forma de hacer un análisis al respecto que no caiga ni en la ironía ni en el absurdo?.
Una alternativa pueden brindarla las estadísticas. Está comprobado que los índices de divorcio se producen en proporciones muy superiores en sociedades numerosas y dinámicas; en cambio en comunidades pequeñas y estables en cuanto a sus vínculos sociales, esa posibilidad es casi nula. ¿Qué quiere decir esto? ¿qué el amor es puro cuento? ¿o qué solo se puede desarrollar auténticamente en la vida rural?. Nada de eso…Se me ocurre que tal vez haya que pensar en el amor en otros términos.
Dejando la cursilería y el romanticismo para ámbitos de mayor privacidad, propongo concebir al amor en términos de “desarrollo compartido”. Esto es, independientemente que una persona nos atraiga físicamente, lo decisivo para que el amor prospere es que a la atracción inicial se le complementen situaciones de paridad en cuanto al desarrollo de ambos, que la pareja pueda desarrollarse de forma armónica y en conjunto. Ahora bien, resulta que nuestras sociedades urbanas están caracterizadas por valores incompatibles a la armonía y la paridad. Nuestras sociedades son esencialmente dinámicas y transitorias; en ellas la gente sube y baja peldaños sociales de forma incesante, lo cual hace estadísticamente inviable la posibilidad de lograr el tan deseado “desarrollo compartido”.
Ese motivo explica –creo yo- que el índice de divorcios sea mayor en sociedades urbanas. En el mundo rural, en cambio, ese “desarrollo compartido” se puede garantizar simplemente porque muy pocas cosas suceden allí para que los roles de la pareja se modifiquen. La estabilidad de la vida social garantiza la estabilidad de la pareja; en cambio la transitoriedad de la nuestra lleva a que los matrimonios también sean transitorios.
Hay también quienes piensan en los motivos de divorcios no en términos sociológicos sino económicos. Por ejemplo, hay economistas que aseguran que el incremento de la tasa de divorcios de las últimas décadas, y la baja en la de matrimonios es una consecuencia directa de la irrupción de la economía hogareña (como el microondas), que permitió que las mujeres se volcaran al mercado formal de trabajo y que a los solteros se les hiciera más fácil mantener un hogar en soledad.
La liberación femenina es un correlato de la revolución de tecnología hogareña provocada por el advenimiento de la calefacción central, el lavarropas, el agua corriente y otros avances. Y, claro, el microondas. En el año 1900, se calcula que solo el 5% de las mujeres estadounidenses trabajaban fuera del hogar. Y el resto gastaba alrededor de 58 horas por semana en las tareas hogareñas. Para 1975, esa variable había bajado a 18 horas por semana, y hoy seguramente es mucho menor.
Lo cierto es que también los divorcios se pueden facilitar gracias a la flexibilización de las leyes de divorcio. Esto, lejos de ser un hecho escandaloso y pecaminoso (como algunos sacerdotes pretenden hacernos creer) constituye un gran avance. Porque esta flexibilización adoptada en distintos países están correlacionados con una baja dramática en las tasas de suicidio, de violencia doméstica y hasta de homicidios entre cónyuges.
Porqué desde un punto de vista económico es conveniente casarse?
Los estudios empíricos de los economistas lo corroboran: casarse es saludable. Al menos para el bolsillo. Los hombres casados ganan más dinero que los solteros. El Premium de ingresos oscila entre un 10% y un 50% adicional, promedio.
Puede que las empresas prefieran hombres casados porque son más productivos, ya que comparten las tareas del hogar con su mujer. O tal vez tengan el prejuicio de que un hombre casado es más comprometido o confiable.
Kate Antonovics y Robert Town partieron de una fuente insólita: una muestra que siguió la vida de todos los gemelos idénticos (monocigóticos) nacidos en Minnesota entre 1936 y 1955. A mediados de los 90 todos estos gemelos completaron un cuestionario describiendo en detalle su estatus económico.
Los autores argumentan que cada par de gemelos poseen la misma carga genética, y que además fueron criados en similares contextos. Por lo tanto, deberían tener una productividad parecida en sus trabajos. La muestra contenía 136 pares de gemelos monocigóticos, de los cuales un 85% estaban casados. En un 23% de los casos, un gemelo estaba casado y el otro no.
Resultado: Los gemelos casados ganan, en promedio, un 19% más que los solteros. Y en la comparación entre los hermanos casados con sus hermanos solteros, la diferencia salarial fue aún mayor, del orden del 26%.
El matrimonio mejora la economía, porque modifica actitudes y fortalece atributos similares a los que están relacionados con el éxito en el mundo de los negocios: cooperación, estrategias a largo plazo, confianza, dependencia mutua y complementación de habilidades.
A vos no hay p... que te venga bien!
Ya lo sé…es una frase grosera y ordinaria, a la que generalmente recurrimos (o simplemente pensamos en foro interno) en situaciones de impotencia, cuando vemos que ninguna de nuestras bienintencionadas iniciativas logra satisfacer duraderamente a nuestra pareja.
Lo que ocurre es que el problema no se centra en nuestras intenciones, sino en las expectativas que ponemos en ellas. Hay un principio estadístico llamado “principio de regresión” que plantea que todas las cosas tienden a retroceder hacia su punto medio; esto quiere decir que los acontecimientos excepcionales o los momentos de éxtasis son de una duración relativamente breve. Por lo tanto ni en el ámbito de los negocios ni en los referidos a nuestra vida cotidiana es aconsejable realizar predicciones que tomen como punto de referencia esos momentos de intensidad.
También, y en el mismo sentido, Adam Smith escribió en Theory of moral sentiments: “La mente de todo hombre, en un período más corto o más largo, vuelve a su estado natural de tranquilidad”.
La gente se habitúa muy rápidamente a un nuevo estándar de vida. Un cambio de auto debido a una mejora en el salario produce una satisfacción momentánea, que luego se desvanece. La correlación entre ingresos y la felicidad es alta para la gente de bajos recursos, pero a partir de un determinado nivel de salarios, esta relación cae estrepitosamente. Aquí, la ley de rendimientos decrecientes tiene plena vigencia. Al contrario de lo que ocurre con los ingresos, los cambios de status son generadores muchos más efectivos de felicidad.
La gente está “muy feliz” un 30% del tiempo, “bastante feliz” un 60% y “poco feliz” o “infeliz” un 10% de su vida. Otras investigaciones revelaron también que existe un ciclo de vida de la felicidad: primero tiende a bajar con los años, luego sube de nuevo y en un determinado momento (en el orden de los treinta y tantos) se “clava” y permanece sorprendentemente casi constante el resto de la vida.
En paralelo, también se comprobó que la felicidad tiene un alto componente relativo. Esto es, tendemos a compararnos permanentemente con la gente que nos rodea, y nos causa más satisfacción un aumento del 10% del sueldo que se nos de sólo a nosotros que uno del 20% que se le otorgue a todos los integrantes de nuestra oficina. Este hecho, testeado en un laboratorio de Harvard, sirve para entender porque la felicidad no se mueve tanto a pesar de las modificaciones agregadas en el ingreso de una población: si el vecino también se compró un aire acondicionado o un DVD, inclusive de una marca mejor que la nuestra, ¿qué hay que festejar?. Las variables que más correlación muestran con la felicidad son la salud mental, el hecho de estar empleado, el estado marital y el grado de educación.
* Montier recopiló tres grandes grupos de beneficios asociados con la felicidad. Por un lado, hay premios “sociales”: más probabilidades de casarse, menos de divorciarse, más amigos e interacciones sociales más ricas. Luego hay premios “laborales”: más creatividad, productividad, energía y calidad en el trabajo. Y finalmente, hay una serie de beneficios “personales”: la gente feliz tiene un sistema inmunológico más fuerte, tiende a vivir más años y posee una mayor capacidad de autocontrol.
A mí no me da la cabeza!!!
Esa frase la solemos aplicar cuando, desbordados por los conflictos, “tiramos la toalla” frente a la imposibilidad aparente de resolverlos.
Sin embargo, la complejidad del mundo tiene también un sistema complejo para poder comprenderlo.
El cerebro humano es la estructura más compleja dentro del universo conocido. Con un peso aproximado de 1,5 kg., se compone de 100 mil millones de neuronas o células cerebrales, tantas como estrellas hay en la vía láctea. Sólo en la parte frontal del cerebro, o corteza cerebral, hay más de 10 mil millones de neuronas. Las conexiones entre las células neuronales son más importantes que las propias células, como puede inferirse del pensamiento sistémico. Una sola neurona puede asimilar hasta 100.000 estímulos y de forma continua integra 1.000 estímulos. El cerebro no es un ordenador, pero cada neurona sí funciona como un pequeño ordenador. En la corteza se producen más de mil billones de conexiones. Si nos pusiéramos a contar una por segundo, tardaríamos 32 millones de años en contarlas todas.
No hay dos cerebros iguales. Nacemos con todas las neuronas que necesitamos, pero hasta un 70% del total se mueren durante el primer año de vida. Las neuronas supervivientes forman un entramado de conexiones cada vez más complejo. Algunas conexiones se refuerzan con el uso, y otras se van muriendo a medida que adquirimos conocimiento del mundo. El cerebro no es independiente del exterior, se va formando por su influencia; el sistema externo del mundo moldea el sistema interno del cerebro.
El cerebro tiene la función de extraer el sentido y los patrones del enorme flujo de información sensorial que recibe. El acto en sí de la percepción da también significado a esa percepción, y así el cerebro conforma el mundo al tiempo que lo percibe. La interpretación es parte de la sensación.
Los neurocientíficos describen el cerebro como una red de procesamiento en paralelo interconectada, descentralizada y distribuida de ondas simultáneas de patrones de resonancia interactivos. En otras palabras: un sistema muy complejo.
El cerebro es tan complejo como anhelaba nuestra vanidad y temía nuestro intelecto.
Miremos la cámara y digamos "whiskyyyyyyy"
Desde la década del `20 los psicólogos saben que es muy difícil precisar las emociones de una persona observando su sonrisa. Pero en 1988 Ekman, Friesen y O´ Sullivan ahondaron en el estudio de lo que se conoce como “sonrisa de Duchenne”. Ésta es una exteriorización genuina de felicidad, que por el movimiento de los músculos de la cara que involucra es muy difícil de controlar voluntariamente (orbicularis oculi, pars laterali).
En el otro extremo, la sonrisa “Pan American”, es una expresión falsa y automática de alegría, como las que utilizan las azafatas cuando se les hace un pedido.
Más recientemente, estudios neurobiológicos permiten realizar validaciones con mayor grado de certeza. Estos estudios indican que la felicidad tiene más que ver con la corteza prefrontal izquierda del cerebro, para ser exactos. Cuanto más se “enciende” en la imágenes captadas por el laboratorio, más impulsos eléctricos genera y más feliz es uno.
El amor se dice de muchas formas…pero hay una que puede unificar a todas: los circuitos neuroquímicos
Era Aristóteles quien al comienzo del libro IV de la Metafísica nos decía que “el ser se dice de muchas formas…”, para posteriormente visualizar en la categoría de “sustancia”, el elemento unificador de todas las formas de ser.
Tomándome el atrevimiento de usar la misma fórmula enunciativa, yo podría decir lo siguiente: también el amor se puede decir de muchas formas: el amor protector de la madre por su hijo, la pasión de una pareja que recién se enamora, el profundo amor de compañeros de mucho tiempo y el amor de Dios son algunas de esas muchas formas. Pero, ¿hay algo universal detrás de toda esta diversidad? La ciencia del amor está aún en pañales. Sin embargo, diferentes disciplinas están comenzando a obtener sus primeras visiones de la naturaleza y el origen del amor. Ahora podemos mirar dentro de los cerebros para observar sus patrones de actividad, medir los cambios bioquímicos que se producen en las diferentes formas de amor, explorar las diversas experiencias humanas de amor y buscar sus raíces evolutivas en otros animales. Si las diferentes formas de amor tienen un origen evolutivo común, ¿dónde deberíamos mirar? El amor maternal parece un buen lugar para empezar. De todas las formas del amor ninguna parece tan profunda, desinteresada o resistente como el amor de una madre por su hijo, tampoco ningún otro lazo es tan omnipresente en el reino animal. Biológicamente, este lazo es esencial para que los genes maternos pasen a la generación siguiente. ¿Cómo se genera ese lazo? Una gran parte de lo que sabemos sobre la química del cerebro sobre lazos proviene de estudios en roedores. Si ellos sienten "amor" o no, no lo podemos asegurar, pero ellos defienden a sus crías. Esta tendencia aparece directamente disparada por la maternidad: las hembras vírgenes de las ratas o incluso las preñadas evitan o atacan a los pequeños, pero justo antes del alumbramiento esta conducta cambia. ¿Qué es lo que hace a los recién nacidos tan especiales para sus madres? La relación fundamental resulta ser la hormona oxitocina. Al final de la preñez, altos niveles de estrógeno aumentan el número de receptores de esa hormona en algunas partes del cerebro. Durante el alumbramiento, el trabajo de parto dispara la liberación de oxitocina y cuando la hormona llega a los receptores produce en la madre una adicción a sus pequeños y a su particular olor. Adicción podría parecer una palabra fuerte, pero el proceso de conexión con el recién nacido implica una poderosa activación de un sistema que brinda información de recompensa al cerebro. Es el mismo circuito que es estimulado por la cocaína y la heroína. Cuando una rata establece los lazos con sus pequeños, este sistema de recompensa aumenta con la oxitocina al mismo tiempo que la hormona facilita la sensibilidad al olor, lo que asegura que el lazo sea específico al olor de sus propios hijos. Cada vez que la madre huela a sus hijos es posible que sienta la sensación de inminente recompensa que un adicto al pensar en la droga. Uno podría pensar que junto con el fuerte lazo entre madre e hijo debería haber una relación monógama entre sus padres también diseñada para asegurar la supervivencia del joven. Pero no existe tal tendencia. Entre los mamíferos, amarse y dejarse es la regla más habitual: menos del 5% de las especies mamíferas son monógamas. Si la monogamia es más una rareza evolutiva que una tendencia, ¿cómo hace la evolución para rediseñar ocasionalmente a una especie para que se comporte tan diferentemente a otras íntimamente relacionadas? La respuesta parecer ser que la evolución robó la bioquímica y los trucos neurales que unen a madres e hijos y los reubica para lograr la unión entre el macho y la hembra. Ese es el mensaje que se extrae de dos especies de roedores llamados campañoles que brindan un experimento natural. Una de las especies, la de la llanura, establece lazos muy íntimos con su compañero. Por el contrario, su familiar cercano, el campañol de los prados, es promiscuo. La diferencia entre ellos proviene de dónde se ubican en el cerebro los receptores de oxitocina y de otra hormona cercana, la vasopresina. Dichas hormonas son producidas "durante los placeres táctiles del acoplamiento", según afirma un estudio. En el campañol promiscuo de los prados se encuentran pocos receptores de la hormona vasopresina en la región de recompensa de la dopamina, pero en el campañol de la llanura los receptores son abundantes, lo que convierte al sexo en una importante sensación de recompensa que une al macho a su pareja. Larry Young y sus colegas de la universidad de Emory en Altlanta pudieron convertir a los campañoles promiscuos en monógamos simplemente al inyectarles en el cerebro un virus que tiene el gen del campañol de la llanura. Por supuesto los campañoles no son humanos y su relación con sus parejas no puede llamarse realmente amor. Pero vale la pena notar que entre los humanos hay considerables variantes individuales en el gen que controla la distribución de los receptores aunque nadie sabe si se correlaciona con la fidelidad.
La oxitocina también aumenta la confianza, un factor importante en el desarrollo de una relación amorosa. En una experiencia de laboratorio ideada por el neuroeconomista Ernst Fehr, de la Universidad de Zurich, Suiza, casi la mitad de los que tenían el papel de inversores dieron su dinero a un administrador anónimo, sin garantías de que se les devolviera, si aspiraban oxitocina antes de jugar. Inspirados en este estudio, el equipo de Andreas Meyer-Lindenberg, del Instituto Nacional de Salud Mental, de los Estados Unidos, estudió qué pasaba en los cerebros de los voluntarios que aspiraban la oxitocina. Encontró que la hormona reducía la actividad de una parte del cerebro conectada con el hipotálamo, donde se detecta el temor, y su acción parece ayudar a sobreponerse al "temor social", lo que facilita el unirse a otra persona. Sin duda, para que el lazo pueda tener lugar, el varón y la mujer deben estar juntos y para muchas personas eso significa pasar por los pros y los contras de enamorarse. Pero ¿qué sucede en esa montaña rusa de sentimientos intensos? En su punto máximo, el amor romántico parece incendiar el cerebro. El equipo de Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, escaneó los cerebros de parejas que eran nuevas en el amor mientras observaban fotos de sus novios o novias. La actividad aumentó en el sistema de recompensa del cerebro. Eso genera, según Fisher, "una gran energía, concentrada motivación para obtener una recompensa y sentimientos de euforia y hasta manía; todos sentimientos centrales del amor romántico". Al mismo tiempo, otras áreas ligadas con emociones negativas y con la apreciación de las intenciones de otras personas desaparecen. Lo mismo sucede cuando las madres miran fotos de sus bebes. No asombra que el amor sea ciego y amar a alguien es, como escribió François Mauriac, "ser el único que ve un milagro invisible para los otros". Pero no todo es igual en el amor romántico y el maternal. El romántico incluye la activación del hipotálamo donde se produce la testosterona. La sensualidad, la parte sexual del amor, está conectada con el amor romántico, pero no con el maternal. Por sobre todo, la ciencia confirma lo que la experiencia humana enseña: las diferentes formas de amor -maternal, de pareja y romántico- están biológicamente relacionadas y tienen circuitos neuroquímicos en común. Pero qué sucede con formas aún más amplias de amor, como el amor religioso por Dios y la humanidad. El amor que se siente por los marginados y hasta por los enemigos es fundamental en el mensaje cristiano. El budismo incluye prácticas de meditación para desarrollar estos sentimientos. Al buscar correlación entre este amor religioso más amplio y los cambios en el cerebro no es entonces sorprendente que los científicos se hayan dirigido a los monjes budistas tibetanos, que practican la meditación relacionada con la compasión amorosa. Los primeros resultados también mostraron que los monjes tibetanos tienen una actividad cerebral inusual cuando meditan en la compasión amorosa. Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin-Madison, encontró niveles excepcionalmente altos de actividad eléctrica integrada durante la meditación, especialmente en la corteza prefrontal derecha. Los experimentos han demostrado que áreas prefrontales de la corteza se activan cuando una madre observa la foto de su hijo. Estos son sólo los primeros pequeños pasos en buscar las raíces del amor religioso. Pero sugieren que el Papa Benedicto XVI puede estar en el camino correcto cuando afirma en su encíclica que "el amor es una sola realidad, pero con diferentes dimensiones".
104 hipótesis aún sin demostrar
Esta lista será periódicamente actualizada con otras hipótesis, que nunca serán investigadas científicamente, pero que constituyen para nosotros "verdades del corazón que la investigación no comprende".
- Todo hombre que usa barba candado es garca.
- Todo hombre que usa anillos en las manos (salvo alianza) es garca.
- Todo hombre que usa camisa de manga corta adentro del pantalón del lado de adelante y afuera del lado de atrás, es un pelotudo.
- Toda mujer que va al gimnasio le es infiel a su pareja.
- Toda mujer que fuma y toma mate le gusta el sexo oral.
- Todo hombre que sigue usando mochila de grande no se independizó de su madre.
- Si una mujer usa la pollera ajustada tiene el culo caído
- Toda mujer que tiene las uñas de más de 1 cm. de largo es conflictiva.
- Toda persona que fue al colegio en el turno tarde es algo menos inteligente que los demás.
- Todo hombre que pide helados de gustos no cremosos es medio maricón.
- Todo hombre que escucha cumbia fuera de alguna fiesta alguna vez se comió un travesti (o se lo está por comer).
- Todo hombre que le lleva flores a su novia en el día de la primavera es infiel.
- Toda mujer que pide daikiri de frutilla es medio trola.
- Las mujeres levemente gorditas son artesanalmente aplicadas en el sexo.
- A las mujeres que usan una pulserita en el tobillo no les gusta el sexo anal.
- Los hombres que tiene sus iniciales en la ropa son unos pobres tipos.
- Las mujeres vegetarianas cogen mal.
- Todo hombre que va al cine sólo es adicto a la masturbación.
- Toda mujer que come golosinas en un transporte público, en un viaje menor a 30 minutos está desesperada por sexo.
- Toda persona que llama por el apócope o le dice capo, negro, negrito, etc. a alguien ni bien lo conoce, es un garca.
- Todo hombre que lava su propio auto los fines de semana en la puerta de su casa es un cornudo.
- Todo hombre que posee más de cinco calcomanías en la luneta del auto tiene tendencia a la homosexualidad.
- Todo hombre que consume revistas de caza y pesca, camping, etc. (weekend, Aire Libre, etc.) es cornudo.
- Toda persona que posee un perro pequeño (altura menor a la de las rodillas) tiene problemas en la cama.
- Toda mujer que cambia los muebles de lugar a menudo sin razón aparente está insatisfecha sexualmente.
- Todo hombre que cuelga boludeces en el espejo retrovisor (no rosarios ni cintas rojas) no llega al segundo polvo.
- Todo hombre que tiene fotos de sus familiares sobre el escritorio le es infiel a su mujer.
- En toda pareja en la que hombre y mujer caminan tomados de la mano el hombre es un dominado.
- Las mujeres que se pintan la cara y/o se ponen la camiseta de la selección en partidos importantes son histéricas.
- Toda mujer que usa más de dos anillos (en las manos) es insaciable, adicta al sexo.
- Todo hombre que anda en el auto con las ventanillas bajas y la música a todo volumen tiene el pene corto.
- Toda mujer que maneja su propio auto es peligrosa.
- Las mujeres que cambian abruptamente de corte o color de pelo quieren cambiar de pareja.
- Las personas con mal aliento son trepadoras.
- Toda persona que le pone boludeces al mate (cáscaras de naranja o limón, jugo, etc.) está insatisfecha sexualmente.
- Las mujeres que se hacen la colita (para atarse el pelo) por arriba de la línea de las orejas son excelentes para el sexo oral.
- Todo hombre que acompaña a su pareja hasta la parada de colectivo y la espera hasta que suba al vehículo es un cornudo.
- Toda persona que reenvía cadenas de mail es frustrada sexualmente.
- Toda persona que pone guión bajo en su dirección de e-mail es conflictiva.
- Todo hombre que se sienta del lado del pasillo en los asientos dobles de los colectivos está necesitado de afecto.
- Toda mujer que acompaña a su hombre a practicar algún deporte (va a verlo) está a punto de engañarlo.
- Las mujeres que cometen faltas de ortografía odian el sexo oral.
- Todos los hombres que nunca se llevaron ninguna materia son eyaculadores precoces.
- Todo hombre cuyo auto es muy grande tiene el pene chico (inversamente proporcional).
- Toda mujer que se maquilla en público es tramposa.
- Toda mujer que da o envía besos onomatopéyicos finge los orgasmos.
- Todo hombre que mira películas porno tiene pene corto.
- Todo hombre que toma bebidas light sin necesitarlas tiene la fantasía de ser penetrado.
- Las personas que tienen la misma profesión que sus padres son patéticas (y si trabajan en el mismo lugar son inútiles).
- Las mujeres que usan el paraguas roto, prefieren el sexo violento.
- Las mujeres que fueron abanderadas en la secundaria, son descontroladas en la cama.
- Los hombres que al terminar el día laboral llaman a su mujer para avisar que ya se dirigen a su casa, son infieles esporádicamente.
- Las personas que van a votar entre las 8 y las 12 del mediodia, son monótonos sexualmente.
- Los hombres que en baños públicos, teniendo mingitorios libres, deciden orinar en los inodoros son asiduos consumidores de travestis.
- Las mujeres que manejan bien, solo llegan al orgasmo cuando se masturban.
- Las personas que comen las aceitunas de la pizza, son fracasados.
- Las personas que le ponen nombre de persona a sus perros, son drogones.
- Las mujeres que consumen cigarrillos de atados de 10, se entregan en la primera cita.
- Los gordos son resentidos.
- Las mujeres que toman sol en la terraza de su casa, viven del marido o del amante.
- Las mujeres que bailan tango, les gusta la onda bisexual.
- Las mujeres que escriben la i con un circulito en vez del clásico puntito, engañan a sus parejas.
- Las mujeres que usan anillo en el dedo pulgar, son fanáticas del sexo anal.
- Los hombres que se pelean por descorchar en las fiestas, tienen mal sexo.
- Las personas que responden los mails sin cambiar el tema, no tienen interés por el remitente.
- Las mujeres que usan bretel transparente, les gustan los “sex-shop”.
- Los hombres que se hacen llamar por su segundo nombre, son un poco maricones.
- Los hombres que juegan al golf, engañan a sus parejas.
- Las personas que dejan el borde de la pizza o el repulgue de la empanada, no son confiables.
- Las personas que toman cerveza sin espuma, son insatisfechos sexualmente.
- Las mujeres que tienen un gato como mascota, son solteronas.
- Las mujeres que usan el celular colgado de la cintura, son come hombres.
- Los hombres que tienen barbita debajo del labio son depresivos.
- Los narigones son degenerados.
- Los hombres que se dejan desabrochado el tercer botón de la camisa, son golpeadores.
- Las mujeres que usan purpurina, son perversas.
- Las mujeres que tienen uñas cortas, tienen un irrefrenable gusto por la masturbación.
- Las mujeres que usan pulloveres de cuello alto y una cadenita afuera, son inaccesibles.
- Los hombres que no usan ropa interior son inconstantes.
- Las mujeres que se quitan el calzado en público, toman la iniciativa en el sexo.
- Los hombres que escuchan música clásica son cornudos.
- Las mujeres que miran películas protagonizadas por mujeres, son histéricas.
- Cuando una mujer va a una cita con pollera, esta dispuesta a tener sexo
- Las personas que le ponen nombre al auto, son boludos.
- Las mujeres que calzan menos de 36, son proclives al sexo oral.
- Los hombres que guardan su billetera en el bolsillo izquierdo, son sadomasoquistas.
- Las mujeres que no usan arito, son turras.
- Los hombres que usan camisa mangas cortas con corbata, son muy malos sexualmente.
- Los hombres que usan zapatos nauticos, son malos amantes.
- Las mujeres que al usar pantalon dejan ver su bombacha, son histéricas.
- Las mujeres que usan más de un anillo en el mismo dedo, están sexualmente insatisfechas.
- Las mujeres que usan falda con pantalón debajo, son bisexuales.
- Las personas que comen empanadas con cubiertos, se masturban de forma compulsiva.
- Las mujeres que se pintan de negro las uñas, adoran el sexo grupal.
- Las mujeres que usan más de un aro en las orejas, tienen orgasmos explosivos.
- Los hombres que no le ponen queso de rallar a las pastas, son nenes de mamá.
- Las mujeres que muerden el capuchón de la birome, son pésimas en el sexo oral.
- Las mujeres que usan boina, conquistan hombres como trofeo.
- Las mujeres que tienen más de 9 imanes en la heladera, están buscando amante.
- Los hombres que utilizan los anteojos de sol como vincha, son porno-adictos.
- Las mujeres que hacen globos con el chicle, son difíciles de satisfacer sexualmente.
- Las mujeres que llaman "ye" a la Y griega, son multiorgásmicas.
- Las mujeres que no tuvieron fiesta de 15 años, tienen sexo en la primera noche
- El hombre casado coge tres veces menos y gasta cuatro veces más que el hombre soltero.
¿Cómo actuar en un mundo que se ha vuelto impredecible y complejo?
Sorprendentemente, cuatro de los descubrimientos más significativos del siglo XX toman la forma de afirmaciones de imposibilidades.
- En 1960, jugando con un modelo por ordenador de un sistema meteorológico sencillo, Edward Lorenz descubrió algo muy extraño. Introduciendo inadvertidamente en su modelo unos datos que diferían entre sí en menos de una milésima, descubrió que las proyecciones meteorológicas resultantes divergían enseguida cada vez más, hasta que no guardaban ninguna relación entre sí. Este fue el inicio de la ciencia matemática de la Teoría del Caos, cuyo planteo sostiene que “los sistemas cuya evolución se rige por reglas y ecuaciones no lineales pueden ser sumamente sensibles a cambios ínfimos, y a menudo presentan un comportamiento impredecible y caótico”. Un sistema no lineal es aquel cuyas partes no están relacionadas de un modo lineal o proporcional.
- El teorema de incompletad de Kurt Gödel afirma que en cualquier sistema matemático axiomático siempre habrá proposiciones que no son ni demostrables ni refutables; en otras palabras, es imposible demostrar dentro del sistema todas las verdades acerca del sistema.
- En física, el principio de incertidumbre de Heisenberg afirma que es imposible determinar con exactitud la posición y el momento de una partícula en un instante dado cualquiera, y que el producto de las incertidumbres de estas dos cantidades siempre es mayor o igual que cierta constante.
- Finalmente, el teorema del economista Kenneth Arrow sobre las “funciones de la elección social” afirma que no hay ninguna manera infalible de obtener las preferencias de un grupo a partir de las preferencias individuales que garantice el cumplimiento de ciertas condiciones mínimas razonables. En otras palabras, es imposible diseñar un sistema de votación que no pueda presentar defectos graves en ninguna ocasión.
Uno podría pensar que con estas observaciones cautelares, lo recomendable sería adoptar una actitud pasiva de lavarnos las manos por el mero hecho de que nunca podemos estar seguros de los efectos de nuestras acciones. Esa actitud, desde luego, es equivocada. Una cosa es decir que estas teorías aconsejan que la adopción de cualquier medida política, económica o militar vaya acompañada de un cierto escepticismo y una cierta humildad; y otra muy distinta es utilizar estas formulaciones para legitimar nuestra falta de iniciativas.
Un modo de clarificar estos puntos, podría ser dividiendo en dos los tipos de complejidad. Tenemos por un lado una complejidad inherente que responde a lo que desarrollamos alrededor de las 4 teorías. Se trata de la verdadera complejidad. Pequeñas variaciones iniciales pueden producir con el tiempo enormes diferencias.
Pero también tenemos una complejidad aparente, es decir, una complejidad que parece complicada pero que responde a un orden, a veces incluso a patrones bastante simples. Para la resolución de conflictos, lo que nos interesan son los patrones de la complejidad aparente. Mi interés se sitúa en el grado medio, donde la complejidad aparente es elevada, pero real, y la complejidad inherente es baja.
Los sistemas complejos tienden a revertir en algún estado estable. Son lo que se denominan atractores en teoría de la autoorganización.
Por ejemplo, en la esfera de lo social, es defendible que la democracia sea un atractor una vez que el sistema social alcance un determinado nivel de complejidad. En la esfera empresarial, las organizaciones tienden a adoptar determinados estados estables.
A escala individual, se dan también los equivalentes personales de los estados atractores. Es probable que tengamos un estado emocional predominante, algunos patrones, estrategias y hábitos de pensamiento frecuentes.
¿Queremos cambiarlos?
Si queremos modificar un hábito, tenemos que examinar las condiciones que lo mantienen y lo que nos reporta. La fuerza del hábito no está en el propio hábito, sino en lo que nos reporta. Equilibrando el atractor antiguo y creando uno nuevo, podremos trasladarnos a ese punto crucial intermedio en el que resultará fácil deslizarse hasta el nuevo atractor. Sepamos siempre que nunca podremos resolver un problema con el mismo nivel de pensamiento que lo creó.
El grunge revivido en diarios íntimos
A continuación les ofrecemos fragmentos que Courtney Love rescató de los diarios íntimos de Kurt Cobain, sin dudas unas de las personalidades más influyentes en los noventa del movimiento grounge. Un movimiento principalmente musical, pero que también significó un grito generacional...
La población de Aberdeen está compuesta mayoritariamente por leñadores ignorantes y fanáticos –mascadores de tabaco, cazadores de venados y homofóbicos– que no ven con buenos ojos a los new wavers con pintas raras. (Chad) el batería es de una isla de niños ricos adictos al LSD.
NIRVANA es un trío que toca rock duro con toques de punk.
Normalmente no tienen trabajo.
Así que pueden ir de gira en cualquier momento.
NIRVANA no ha tocado nunca versiones de clásicos como “Gloria” o “Lououie Lououie”, ni tampoco ha tenido que reescribir estos temas y decir que son suyos.
NIRVANA está buscando la manera de grabar su música en vinilo o conseguir un préstamo de 2 mil dólares.
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Mis letras son un gran montón de contradicciones. Se dividen a partes iguales entre opiniones y sentimientos sumamente sinceros y refutaciones sarcásticas y humorísticas, espero, hacia los estereotipados ideales bohemios desfasados desde hace años.
Y es que parece que un compositor de canciones no tenga más que dos maneras de ser: o la propia de visionarios tristes y trágicos como Morrissey, Michael Stipe o Robert Smith, o la del típico chico blanco alelado e ido de la olla que va de “Eh, vámonos de juerga y olvidémonos de todo”, gente como Van Halen o las demás mierdas del heavy metal.
En fin, a mí me gusta ser apasionado y sincero, pero también me gusta divertirme y hacer el imbécil.
Bichos raros del mundo, uníos.
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(...)Trivialidades del rock. Dios, qué harto estoy de las trivialidades del rock. Ya ves tú, ¿qué voy a hacer cuando sea mayor, si ya lo sé todo sobre el rock’n’roll a los 19?
Sólo Dios sabe que no hay nada que aprender sobre todos esos timos de bandas nostálgicas horrendas de los ‘80.
Pues sí, al final he decidido hacerme adicto a la heroína y pudrirme poco a poco en las calles de Idaho o de algún otro estado de mala muerte como ése. Me aburriré tanto que me limitaré a leer sobre aquello a lo que haya sobrevivido y permanecido inmune adrede, porque sepa usted, señor Crítico de Rock, que cuando sea mayor se va a aburrir. Aburrir. Aburrir. Aburrir. Como yo, como los ancianos de hoy. No quiero que una nieta mía me cambie los calzoncillos de plástico sucios mientras yo me dedico a chupar una cracker, aferrándome a la existencia para poder recordar mi vida como un nostálgico profesional. Además, a estas alturas tengo la memoria hecha polvo de toda la maría que fumé hace unos años. Un día vi en el show de Merve Griffin a unos hippies que decían tener SPRAYS NASALES para potenciar la memoria, y también vi a esa pareja que juraba que, con la debida ejercitación, “se puede llegar a tener hasta 10 orgasmos antes de eyacular”. Toma, claro, si te atas una goma en la punta.
Todas estas reflexiones tan increíblemente trascendentales me impidieron darme cuenta de que la casa entera estaba llena de humo de los libros de Charles Bukowski, y que el fuego se había extendido hasta las cortinas, lo que me alertó de que tenía el tiempo justo para salir de casa pitando. Pues vaya con Dios.
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Me gusta quejarme y no hacer nada para mejorar las cosas. Me gusta culpar a la generación de mis padres por llegar a estar tan cerca del cambio social, para luego darse por vencida tras unos pocos esfuerzos fructíferos por parte de los medios y el gobierno para desvirtuar la imagen del movimiento, utilizando a los Manson y a otros representantes hippies como ejemplos propagandísticos de que no eran más que una plaga antipatriótica, comunista, satánica e inhumana, y lo que hicieron los hijos del baby boom [los nacidos justo después de la Segunda Guerra Mundial] fue convertirse en los mayores hipócritas, yuppies y conformistas que jamás ha producido una generación.
Me gusta analizar mis opiniones con calma y sensatez, adoptando una actitud conformista, aunque me considere de extrema izquierda.
Me gusta infiltrarme en los mecanismos de un sistema, haciéndome pasar por uno de ellos para luego empezar a corromper lentamente el imperio desde dentro.
Me gusta acabar con el menor y el mayor de dos males.
Me gusta impugnar a Dios.
Me gusta abortar a Cristo.
Me gusta joder a los borregos.
Me gusta el consuelo de saber que las mujeres son generalmente superiores y por naturaleza menos violentas que los hombres.
Me gusta el consuelo de saber que las mujeres son el único futuro del rock and roll.
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Me gusta el consuelo de saber que los afroamericanos inventaron el rock and roll y aun así sólo se han visto recompensados o premiados por sus logros cuando se han avenido a los principios del hombre blanco.
Me gusta el consuelo de saber que los afroamericanos han sido una vez más la única raza que ha aportado un nuevo estilo de música original a esta década, o sea, el hip hop/rap.
La censura es MUY americana.
He conocido a muchas mentes capaces de almacenar y traducir cantidades ingentes de información, y sin embargo carecen de la más mínima habilidad para alcanzar la sabiduría o apreciar la pasión.
La conspiración contra el éxito en América se basa en la inmediatez. Exponer las mentes con escasa capacidad de atención a una repetición formidable. Deprisa y corriendo, ¡ahora aún con más sabor a queso! Hoy aquí, mañana quién sabe dónde, porque los seguidores de ayer no eran más que un instrumento al servicio del individuo en su necesidad de autosuficiencia, espectáculo y rituales sociales. El arte que posee un valor duradero no puede ser apreciado por las mayorías. Sólo el mismo porcentaje minoritario apreciará la paciencia de las artes, como siempre ha hecho. Eso está bien. Los que no son conscientes, no merecen falsas sugerencias en sus deberes consumistas.
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Ha llegado la hora de que todos los “afortunados”, las animadoras y los jugadores de fútbol se desnuden delante de todo el colegio durante una asamblea general y supliquen perdón y misericordia con toda su alma, y reconozcan que están equivocados. Son los representantes de la codicia y los valores egoístas, y no bastará con que afirmen lamentarse de su conducta, deben decirlo en serio, deben verse con una pistola apuntada a su cabeza, deben verse aterrorizados sólo de pensar en convertirse en los republicanos del futuro, blancos de derechas arrogantes, farisaicos, segregacionistas, propagadores del sentimiento de culpa y lameculos.
MUERTE A LOS ROCKEFELLERS
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Estoy totalmente y absolutamente a favor de: la homosexualidad, el consumo de drogas como forma de experimentación (aunque yo sea la prueba viviente de los resultados perniciosos de la excesiva permisividad en este sentido), la antiopresión (entendiendo por opresión la religión, el racismo, el sexismo, la censura y el patriotismo), la creatividad a través de la música, el arte, el periodismo, el amor, la amistad, la familia, los animales y la revolución a gran escala organizada de forma violenta y alimentada por el terrorismo.
No se puede desprogramar a los codiciosos.
Estaría bien que los codiciosos llegaran a ser perseguidos con tal asiduidad que al final acabaran sometiéndose al modo de proceder contrario al suyo, o estuvieran tan cagados de miedo que no salieran nunca de casa.
John Lennon ha sido mi ídolo toda la vida, pero con respecto a la revolución está rematadamente equivocado.
¡No muevas el culo y que te sacudan!
¡Chorradas! Armate, busca a un representante de la codicia o de la opresión y vuélale la tapa de los sesos al muy hijo de puta. Elabora manifiestos con ideas, contactos, adeptos, haz oír tu voz, asume el riesgo de la cárcel o el asesinato, busca un empleo relacionado con tu objetivo para infiltrarte con más facilidad en el sistema y dedícate a corromper lentamente los mecanismos del imperio.
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(...) Me siento como un cretino escribiendo sobre mí mismo como si fuera un icono semidivino del pop rock americano o un producto confeso de una rebelión de elaboración corporativista, pero es que he oído tantas historias y declaraciones de mis amigos disparatadamente exageradas y leído tantas interpretaciones freudianas mediocres y patéticas basadas en entrevistas que hablan de mí, desde mi infancia hasta el estado actual de mi personalidad, y de mi fama de heroinómano perdido, alcohólico, autodestructivo, aunque abiertamente sensible y delicado, frágil, sosegado, narcoléptico, neurótico, un pobre diablo dispuesto en cualquier momento a meterse una sobredosis, tirarse de un tejado totalmente ido de la olla, volarse la tapa de los sesos o las 3 cosas a la vez. ¡Dios santo, no soporto el éxito! ¡El éxito! ¡Y me siento tan increíblemente culpable! Por haber abandonado a mis verdaderos colegas, a los que son fieles de verdad, a los que ya nos seguían hace unos años. Dentro de diez años, cuando NIRVANA seamos un grupo tan memorable como Kajagoogoo, ese mismo porcentaje reducidísimo vendrá a vernos a conciertos revival patrocinados por una marca de pañales para la incontinencia, donde ya gordos y calvos intentaremos aún hacer RAWK [rock] en parques de atracciones. Sábados de teatro de marionetas, montaña rusa y NIRVANA.
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Me he visto obligado a convertirme en una estrella de rock recluida. Esto significa nada de entrevistas, ni de apariciones en radio, etc., por culpa de las autoproclamadas autoridades en el terreno de la música que no son músicos y que no han realizado ninguna contribución artística a los grupos de rock and roll, al margen quizá de unos cuantos mamotretos de segunda fila sobre rock and roll, además de constituir el mayor grupo de misóginos en todas las formas de expresión existentes.
Desde la primera revelación que tuve del pensamiento alternativo –a través primero de mi iniciación en la New Wave, luego en el punk rock y posteriormente en las bandas sonoras alternativas del rock clásico contemporáneo–, nunca había visto en toda mi vida una muestra de sexismo más viperina y radical que en estos dos últimos años. Llevo años observando y esperando como un buitre el más mínimo indicio de sexismo y siempre lo he hallado en dosis relativamente pequeñas en comparación con el estado actual del rock and roll, desde los más mimados por la crítica hasta Samantha Fox, por el mero hecho de que uno de los miembros de lo que solía considerarse una banda formada por varios miembros se haya casado con un éxito musical de renombre determinado por el establishment de los críticos de música sin competencia musical.
(...)