Monday, August 21, 2006

 

Los caprichos del lenguaje

Bueno...tengo que reconocer que siempre me ha resultado divertido pensar cuestiones en las que estuviesen involucradas paradojas del lenguaje. También es cierto que ese interés es directamente proporcional a los momentos en los que estoy al pedo.

He aquí unos ejemplos de reflexiones en mi tiempo ocioso.


1. Primer Caso

Es muy común la expresión del tipo: “Este vaso es dos veces más chico que aquel”.
Siempre me pasa que me resulta imposible imaginarme algo que sea x veces más chico que otra cosa cuando x es mayor que 1.



Si algo es una vez más chico, me imagino que no tiene tamaño. Si una tabla mide 100mts. me imagino que otra tabla, una vez más chica que esa, debe medir:100mts - 100mts = 0 mts (*)
Por lo tanto algo que sea 2 veces más chico no podría existir.
(*) Antes que salga alguien diciéndome que lo que se mide de una tabla es el volumen, aclaro que la medida en longitud es para hacer más simple el ejemplo.

2. Segundo caso
Tengo frente a mí a un individuo al que le asigno un nombre: Rosa. Si en lugar de llamarlo Rosa lo llamo “mujer”, estoy afirmando algo de ese individuo: que pertenece a las clases de las mujeres. Esta afirmación ya no se expresa con una palabra, sino con una oración: “Rosa es una mujer”. Una oración no expresa un objeto, sino una proposición. Y una proposición describe un estado de cosas.
Ahora bien, ¿cómo se cuales proposiciones me conviene aceptar y cuales no?. Existe siempre el método del ensayo y el error. Por ejemplo, puedo ofrecer a Rosa una flor e invitarla a bailar. Si dice sí, o si dice no, es probable (no seguro) que mi proposición (“Rosa es una mujer”) fuera aceptable. En cambio, si me abolla la nariz de un puñete, tal vez (quien sabe) habría debido aceptar alguna otra proposición, tal como “Nazareno José Rosa es un sargento de caballería retirado, con ideas tradicionales”.

3. Tercer caso
Supongamos que un profesor nos dice: “Los lunes hay pruebas”, ¿significa esto que ningún otro día habrá pruebas?.
Supongamos que un señor se encuentra en un ascensor con dos señoritas y dice, mirando a una de ellas: “Usted es muy bonita”. La otra mujer, ¿tiene derecho a sentirse menos bonita?.

4. Paradojas





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