Monday, December 25, 2006
Final del año
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
de enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heraclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil,
algo que no encontró lo que buscaba.
Jorge Luis Borges (1899 - 1986) de " Fervor de Buenos Aires " (1923)